En días pasados llegó a mi WhatsApp un video con una parte de la conferencia titulada, “El poder secreto del amor” que ofrece el Dr. Mario Alonso Puig.
Él es un médico español egresado de la universidad de Harvard, ha dedicado gran parte de su vida a investigar cómo desarrollar el potencial humano, especialmente en momentos de desafío incertidumbre y cambio.
Con este video abrimos la reunión con los maestros en el pasado consejo técnico escolar.
Entre las cosas que destaco (si pudieran conseguir el video, dura 8 minutos y es extraordinario)
Comenta que nunca podremos conocer el impacto de nuestras pequeñas acciones en la vida de otros seres humanos.
Dice que en la medicina se sabe que el amor cura, y la falta de amor tiene la capacidad de enfermar.
Señala que el antídoto del miedo no es el valor, es el amor.
Que el enemigo del amor no es el odio, es el miedo.
Nos cuenta que Elizabeth Blackburn ganadora del premio Nobel de medicina en 2009, demuestra que hay una estructura molecular llamada telomerasa y que la longitud de los telómeros marca de manera importante la expectativa de vida de las personas.
La Dra. Elizabeth buscó madres que tenían hijos con problemas neurológicos graves y con conductas difíciles, madres que además se encontraban solas. Estudió y midió el tamaño de los telómeros y esos se encontraban muy cortos, es decir una expectativa de vida muy pequeña.
La doctora hizo que estas madres que no se conocían se conocieran, que se sintieran escuchadas, comprendidas, valoradas y queridas, meses después sacó sangre y la longitud del telómero era ya normal, es decir el amor cura incluso a nivel molecular.
Hace 19 años en el GABRIEL MÉNDEZ PLANCARTE nos dimos cuenta que nuestro eje rector en la educación debía ser el amor, para ello debíamos hacer cambios de forma y de fondo; de forma, agregamos la palabra INEDI (INSTITUTO EDUCATIVO DE DESARROLLO INTEGRAL) y acuñamos la frase que sería la que nos marcaría la pauta en nuestro quehacer educativo: EXCELENCIA ACADÉMICA CON CALIDAD HUMANA.
De fondo, teníamos que trabajar todos los maestros de todos los niveles en lo que a partir de entonces es nuestro primer objetivo, hacer que sus hijos en la institución se sientan queridos, valorados y aceptados, ya que estamos convencidos que la aceptación, el amor, la autoestima y la seguridad juegan un papel importante en el proceso educativo. Logrando esto estábamos seguros que nuestro nivel de aprendizaje mejoraría. Y así fue.
Porque un niño que se siente querido, aprende y además…. aprende a querer.
Cada una de las acciones, tareas, trabajos, actividades que realizamos en el instituto va encaminada a impactar de manera importante en el área cognitiva de nuestros alumnos, pero sobre todo en el área emocional de los mismos para darles las herramientas necesarias para enfrentar cada etapa de su vida.
Porque educar es mucho más que transmitir conocimientos.
En este trayecto hemos sido muy afortunados en contar con el gran apoyo de nuestros padres de familia con quien siempre tenemos una comunicación abierta, basada en la confianza y el respeto, sabedores ambos que, si miramos juntos hacia el mismo objetivo en educación, los más beneficiados serán sus hijos.
Hace años estamos trabajando día con día en alcanzar nuestro nuevo objetivo, hacer del INEDI una Institución en ARMONÍA con todo lo que ello implica. Sabemos que el camino es largo y que en esto de la educación uno no termina nunca, pero sé que vamos por buen camino. Sabedores que toda la comunidad participa de manera importante y con la pasión necesaria en favor de sus hijos, nuestros alumnos.
PROFR. J. JESÚS ALVARADO GONZÁLEZ
DIRECTOR GENERAL
